Es
extraordinario nuestro modo de ir por la vida con los ojos medio cerrados,
los oídos embotados, las ideas adormecidas. Puede que tenga que
ser así, y que este embotamiento permita que la vida pueda ser soportada, y
hasta apreciada, por la inmensa mayoría. No obstante, debe haber poquísimas
personas que no hayan experimentado en alguna ocasión uno de
esos raros despertares en los que, por una vez, vemos, oímos, comprendemos
tantas cosas... todo... en un destello..., antes de sumirnos de nuevo en
nuestra complicada somnolencia.
Por Joseph Conrad. Tomado del libro "Lord Jim" , Universidad Veracruzana, México, 2010.