¡Qué bosque -cómo oprime- tan oscuro!
Ganas de sacudir los árboles
para que caiga aquella luz
que se quedó enredada
entre las ramas últimas.
-Ella se quedaría, esclava,
trémula entre los dedos de Josué,
detrás del horizonte, sin remedio-.
¡Luz de ayer, luz de ayer,
lluévete, vertical, a mi memoria!
¡Rompe las rejas de los troncos,
horizontal luz de mañana!
Gilberto Owen.
Amedeo Modigliani, Jeanne Hébuterne au henné,1918. |